La detección de fraudes y falsificaciones a través de documentos firmados es uno de los trabajos clásicos de los Peritos caligráficos. En Perito Judicial Oficial somos capaces de analizar todo tipo de firmas, copia de documentos, redacciones, cotejo de grafismos, de vises y más documentos que se puedan detectar mediante la escritura.
Y es que, pueden ser objeto de una prueba pericial caligráfica una gran variedad de documentos públicos y privados.
La cuestión, o quizá para muchos la complejidad o preocupación, se plantea cuando dicha firma salta del papel al mundo digital. ¿Es segura? ¿Se puede identificar un uso fraudulento? ¿Un documento firmado digitalmente sirve como prueba en un juicio?
La firma digital es una tecnología que aplica mecanismos criptográficos para asegurar su autenticidad y seguridad en los documentos firmados telemáticamente.
Su fiabilidad para prevenir posibles usos fraudulentos es alta porque el autor es identificable, de manera que quien firma el documento no podría posteriormente negar su autoría. Además, es detectable si se modifica porque deja rastro.
A su vez, se basa en el uso de claves públicas y privadas en todo el proceso, ya que está orientada a evitar la falsificación y suplantación de identidad.
¿Qué evaluamos en una firma digital?
Como Peritos expertos en periciales caligráficas e informáticas podremos evaluar las acciones realizadas sobre el documento firmado como, por ejemplo, la identidad del autor, su dirección de correo electrónico, su dirección IP, su geolocalización o si se han realizado modificaciones sobre la firma (quién, dónde y cuándo), entre otros aspectos, ya que todo ello queda reflejado en un documento de trazabilidad.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que no es lo mismo una firma digital que una firma electrónica. El Reglamento eiDAS fija a nivel europeo tres tipos de firma: la firma electrónica simple, la firma digital avanzada y la firma digital cualificada. Todas ellas tienen validez, pero solo las dos últimas cuentan con la tecnología de la firma digital tal y como la hemos descrito, es decir, basada en tecnología que aplica mecanismos criptográficos.
Así, el valor probatorio de la firma para determinar su integridad y autenticidad frente, por ejemplo, a la impugnación de un documento firmado digitalmente variará en función del tipo empleado (simple, avanzada o cualificada).
En este sentido, la firma simple es la más básica, por lo tanto, dependiendo del uso que se le haya dado se determinará su validez como prueba electrónica. En el caso de la avanzada, su valor probatorio es más reforzado y habrá que analizar en cada caso cómo se ha producido. Por último, la cualificada es la que tiene mayor fuerza probatoria.
De este modo, ante la impugnación de un documento firmado digitalmente el Perito podrá demostrar la identidad de las firmas, el origen, la autenticidad y la integridad de su contenido.
Por todo ello, es habitual oír que la firma digital es más segura que la convencional manuscrita, ya que su técnica está orientada al blindaje ante eventuales usos fraudulentos o impugnaciones.
Si necesitas los servicios de un Perito en relación con un documento firmado digitalmente, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.