El impacto económico que ha supuesto la pandemia en el sector de la hostelería ha provocado que los establecimientos se encuentren muy debilitados por las consecuencias de los parones que ha ocasionado la COVID-19. A día de hoy, estos establecimientos han solicitado a las aseguradoras el pago de indemnizaciones derivadas de las ganancias dejadas de percibir durante esos meses de crisis económica. La batalla legal se encuentra en auge desde principios de 2022, ya que muchos han decidido reclamar por la vía judicial. Sobre esto escribe nuestro socio fundador, Albert Galán, para Cinco Días.
En estos casos, las aseguradoras tienen como deber apoyar la compensación de las pérdidas de beneficios por su parte en base a la relación contractual de póliza de seguros entre las dos partes. Estas recusan su responsabilidad porque, según sus representantes legales, la interrupción de la actividad de este sector no está incluida en las circunstancias cubiertas por el contrato de póliza.
Los tribunal, ¿a favor de las aseguradoras o de los hosteleros?
Los juzgados suelen fallar a favor de las aseguradoras, aunque hay casos en los que el tribunal le ha concedido el juicio a los hosteleros, como en el caso de la pizzería Bela Napoli, que se condenó a SegurCaixa al pago de una sanción más intereses por el lucro cesante derivado del cierre.
El confinamiento obligatorio, así como los parones de actividad impuestos por la pandemia, han sido un conflicto entre negocios y aseguradoras a nivel mundial. En muchos países del mundo, como en Reino Unido, ya se ha asentado como jurisprudencia ofrecer indemnización frente a la imposibilidad de acceso al establecimiento debido a una orden pública. En otros países, como en Alemania, tienden a fallar a favor de los hosteleros, quienes reciben alrededor de un 13% de las pérdidas de los negocios en base a pólizas por pérdidas de beneficios.
Estas pérdidas de beneficios se conocen como lucro cesante y están directamente relacionadas con un daño en concreto. En los litigios relacionados con estos aspectos la figura del perito resulta esencial a la hora de concretar la cuantificación del lucro cesante. La finalidad de esta figura en estos casos es, sobre todo, aportar pruebas coherentes de los hechos controvertidos.
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